Bien es cierto que las escorts de lujo de Madrid no suelen tener piercings visibles en su nariz, labios, o por todas sus orejas.
Socialmente es algo que no está aceptado, y la impresión que puede producir es algo ligeramente distinta a la que quienes requieren sus servicios.
Las escorts, a pesar de sus juventud son conscientes que por norma no deben excederse con ellos o con tatuajes, ya que a la mayoría de los hombres maduros, no les producen buena impresión. Sin embargo existen otros lugares del cuerpo donde un piercing puede cambiar el rumbo sexual de un encuentro, o al menos hacerlo más placentero.
Pero poco a poco los sugerentes trozos de metal van causando un papel distinto al de la estética, llegando a obtener un resultado maravillosos y porqué no, también sexy. ¿O acaso no es sugerente ver un ombligo con un precioso piercings colgando sobre el cuerpo de una mujer? O llegando más lejos, ¿descubrir una pequeña bolita metálica en su clítoris?
Al principio podrá ser extraño, pero tras la relación sexual con una escort de lujo que se ha puesto uno de estos abalorios en sus genitales los hombres lo agradecerán.
Piercing genital
La perforación de clítoris aumenta año tras año, se ha convertido en algo más que una moda, y cada vez son más las escorts de lujo que les gusta llevar al menos uno en sus partes más intimas. Además de las perforaciones en el ombligo.
Y es que está demostrado que la presencia de una simple bolita otorga mucho más placer en las relaciones sexuales.
Pero no son solo ellas las que deciden hacerse alguna perforación. También ellos, y con el mismo fin de obtener más placer sexual, y como no, ofrecerlo, deciden poner un piercing en su pene.
Sin embargo, y a pesar de ser una moda, no ha nacido ayer estas practicas.
Ya en la época victoriana los hombres se colocaban anillos sujetos al pene. Incluso la realeza adoptó estos hábitos.
Fue el Príncipe Alberto, esposo de la Reina Victoria de Inglaterra, quien decidió perforar y colocar un anillo desde el frenillo hasta el interior de la uretra.
Este hecho también marcó un antes y un después en la moda de la época, y de hecho quienes lo solicitaban, lo hacían pidiendo uno igual al estilo Príncipe Alberto.
Carla Mila