Como casi todo en la vida, y también en el sexo, aquellos hombres que destacan por su generosidad son sin duda la que a toda mujer o escort les gusta tener bien cerca.
Pero no hablamos sólo en términos económicos, que parece que siempre se interpreta así, sino la generosidad como valor humano, en todos los aspectos, y por supuesto que también en el terreno sexual.
Se dice que aquellas personas que no son generosas de bolsillo tampoco lo son de corazón, pero desde aquí afirmamos que quien es egoísta también lo será en el sexo buscando en primer lugar su placer, y a veces, tan sólo a veces el de su pareja. Pero cuando esta es una escort de lujo de Madrid, menos todavía, ya que considera que por algo paga y no es ni mucho menos por ofrecer placer a nadie.
Generosos de corazón
Está comprobado que no son los que más dinero tienen aquellos que son más generosos en el terreno que abordamos. Hablamos de generosidad en cuanto al trato a la mujer, y ellas, las acompañantes de lujo, saben descubrir rápidamente como será un encuentro sexual según se comporte previamente su amante.
Aquellos que hablan mucho pero hacen poco, son los más previsibles.
Será raro si en los preliminares o en una conversación previa se muestran incapaces de intentar ponerse en el lugar de una mujer, ya que ocurrirá lo mismo en la cama.
Sin embargo los hombres que saben escuchar y entender a la mujer dejando siempre el espacio libre para su intimidad denotan cierta educación propia de caballeros pero nunca ajenos al lenguaje no verbal. Sentir su mano en el de su acompañante es un hecho que indica más que miles de palabras huecas.
Cuando una acompañante de lujo pasa una velada con quien la ha solicitado, rápidamente se dará cuenta de cómo será en la cama.
Si se preocupa de que no falte de nada, de crear el ambiente idóneo aunque sea con una simple vela, o si es comedido a la hora de acariciar y besar, significará que se dispone una antesala para una buena relación sexual.
Si por el contrario todo le da lo mismo, no se fija ni en la ropa de la escort de lujo, ni le importa nada de lo que pueda decirle, interrumpirá en contadas ocasiones con besos bruscos o como se dice vulgarmente “meter mano” esté donde esté.
Saber acariciar y tocar
Como todo en la vida, es un arte, y las escort lo saben bien. Poner los cinco sentimientos y olvidarse de todo lo que le rodea mientras besan suavemente y acarician de forma sensual es algo que eriza la piel de cualquier mujer.
Despacio, sin ninguna prisa, la tratarán como lo que en realidad es, su amante ocasional, aquella que le dispensa todo su tiempo y por supuesto su cuerpo.
Y llegado el momento se preocupan de cómo desvestirla, depositar su ropa con cuidado para que no se arrugue, acariciar su pelo, su cuello, e ir poco a poco descubriendo cada poro de su piel.
Muchos abortan los intentos de las escort con acercarse demasiado rápido. Así les hacen saber que también desean ofrecerles placer, y que no son ni mucho menos sus siervas. O lo que es lo mismo, emular una relación natural, olvidando también el concepto económico.
Siempre despacio
La falta de prisa es determinante. Si ellos se entregan de esta manera, es porque sin duda no tienen prisa por satisfacer sus ansias de gozar, sino que prefieren que la pasión sea compartida, que el sexo les una en todos los aspectos y que jamás sea sólo placer para él y no para ella.
Muchas pensarán que eso les hace reforzar su ego como hombres, pero lo cierto que al no existir más pretensión que la de sentir placer con la escort que le gusta, este factor no es ni mucho menos necesario.
La hombría es algo que en la actualidad se confunde con connotaciones machistas, y no olvidemos jamás que un caballero lo podremos encontrar en cualquier hombre que tenga una educación nada sexista.
Muchos de los que hoy peinan canas ayudaron a los movimientos de otras décadas pasadas en la lucha por la igualdad de la mujer en todos los sentidos. Hoy, fieles a sus creencias, las manifiestan de esta manera; con educación y generosidad.
Otros más jóvenes, más “viriles” o incluso más briosos a la hora de mantener relaciones, carecen del verdadero sentido de lo que es tratar como se merece a una escort de lujo en la cama.
Carla Mila