El sexo oral es sin duda alguna el servicio estrella de las escorts de Madrid. Para muchas supone parte de la rutina y no les parece nada extraño que un hombre quiera disfrutar de una excelente felación, pero lo que nos sorprende más es que casi la mitad de ellas les produzca un sentimiento de poder frente a su amante ocasional.
Ser elegida entre las miles de escorts que se anuncian en la web, bien sean independientes o chicas de agencia, ya de por si es un halago. A pesar de los que muchos o muchas puedan pensar, estar con un desconocido no es precisamente una tortura, ya que quienes recurren a sus servicios son personas de cierto nivel, y no hablamos de su economía, sino de su educación.
Aquel que paga por una hora de compañía ciertas cantidades, no es el mismo que busca sexo rápido en menos de media hora.
Las acompañantes de lujo no hacen estos servicios, ya que consideran que para que una relación sea plenamente placentera es necesario al menos una hora y además un lugar adecuado, intimo, privado, no un piso con gente haciendo ruido por los pasillos.
Decimos esto, porque el sexo oral, para realizarlo en condiciones lleva su mínima preparación y por supuesto su tiempo. Mientras más duren estos preliminares, mejor será el resultado.
Lo curioso, es que se ha comprobado que una buena escort es capaz de disfrutar casi lo mismo practicando este servicio conocido como francés, que a veces con la penetración. Si, increíble pero verdad.
Las escorts de Madrid se sienten poderosas con este servicio
Sujetando el pene entre sus manos y su boca, les provoca un fuerte grado de excitación, pero a la vez un sentimiento de poder y control sobre el hombre que las enloquece.
En realidad, es el momento cuando ellas llevan totalmente el control de la situación, y dependerá el placer de ellos de sus movimientos, de sus besos, caricias, etc. Son minutos donde el hombre está sujeto a la voluntad de la escort con lo que su pericia será lo que marque el ritmo del encuentro.
Hay acompañantes de lujo que sin embargo no consideran que sea nada placentero, con lo que para ellas es un trámite que si pueden, evitan, pero cada vez se considera tan natural en las relaciones sexuales que a las que verdaderamente les gusta son recordadas casi por ello. Además les refuerza el ego, ya que no existe otra postura donde se puedan “lucir” tanto y ponerle empeño a la relación.
También asistimos a una época donde los hombres también desean contentar a sus amantes fugaces, realizando el llamado cunnilingus, pero no será jamás nunca después de una felación mal hecha.
Carla Mila