Cada vez más son los clientes de escorts de Barcelona, quienes solicitan acompañantes de lujo, que además de su belleza y otras cualidades; tengan unos pies bonitos y muy cuidados.
La llamada podofilia, palabra que suena fatal, y que a nosotras nos gusta más llamarlo fetichismo de pies, no es más que una profunda atracción por besar y acariciar los preciosos pies de una mujer. Para muchas, lejos de sentir placer, les supone una especie de sumisión que rechazan, por ello los amantes de los pies, buscan entre las bellas escorts cumplir sus más íntimas fantasías.
Aunque pueda parecer curioso, muchos de los clientes que buscan este particular servicio, son capaces de tan sólo “adorar” los pies de la acompañante de lujo, produciéndole más placer que el sexo en sí mismo.
Este fetichismo, es más común de lo que pensamos, pero siempre ha sido inerte en el hombre. Desde tiempos ancestrales así lo han reflejado grandes de las artes y la cultura.
Dostoievski siempre ensalzó en sus obras la belleza y erotismo del pie femenino, Se cuenta que Andy Warhol tenía un pie humano momificado al que continuamente veneraba, o que Elvis Presley descalzaba y adoraba los pies de sus amantes antes de tener relaciones sexuales, y si nos fijamos bien, en casi todas las películas de Quentin Tarantino, sale una escena donde los pies son el centro de miradas, caricias, besos y lengüetazos.
Poco se ha estudiado sobre el tema, pero desde luego no es nada extraño; a pesar de que en principio pueda parecer algo fuera de lo común.