Mucho son los hombres a los que el sexo supone puede producirle un serie de temores que se resumen a no estar a la altura con una escort en la cama.
Las escorts de Barcelona, lo han comprobado en sus propias citas, ya que es algo que se detecta rápido. Ellas como profesionales son chicas pacientes, y están acostumbradas a excusas como los que empiezan comentando que han tenido un día duro de trabajo, o que llevan una semana de infarto en su vida en general.
Ellos, parte por miedo, parte por pudor, no confiesan que quizá no estén a la altura que quisieran por varios motivos. Pero siempre los enmascararán con el cansancio o el estrés.
A diferencia de los hombres, la mujer es mucho más comprensiva, sabe escuchar y hacerse cargo de esos temores, y más las escorts, que siempre saben ver desde el primer comentario o comportamiento un poco torpe.
Muchos de los temores son fruto de una excesiva ansiedad por dejar el listón bien alto, pero cuando acuden a los servicios de una bella acompañante de lujo, algunos multiplican esos miedos al querer satisfacer de la manera que sea a lo que consideran una experta del sexo.
Dos son los motivos que fundamentalmente aceleran estos miedos en el subconscientes de los hombres.
El primero de ellos se puede resumir en relaciones no placenteras pasadas, por no haber sido capaces de satisfacer totalmente a una mujer. No lo tienen presente, pero dentro de su mente existe ese temor aún vigente.
Y el segundo es el llamado ego masculino. A muchos les encanta que les digan que son los mejores en la cama, pero una escort difícilmente mentirá en este sentido, con lo que tanto esmero puede producir tanta ansiedad que una relación destinada al placer, pueda suponerles una decepción.
Las escorts saben de estas carencias, pero con mucha profesionalidad las comprenden.