A ninguna de las putas de lujo de Madrid se le ocurre pedir explicaciones a quien demanda sus servicios por el motivo que les ha llevado hasta ellas. Sin embargo existe una especie de afán por justificar por parte de los hombres algunos de las razones por el que las han llamado.
Evidentemente esto ocurre con putas de lujo, no con chicas de piso, donde la situación es más que obvia, sexo puro y duro y nada más.
Parece que el hecho de estar con una chica de cierto nivel, sin desmerecer a nadie, obliga a mantener una ligera conversación, y a pesar de la discreción e intimidad de las escorts, ellos tienen una serie de frases hechas que se repiten una y otra vez.
Muchas de ellas aluden al sexo y otras a las supuestas malas relaciones con su pareja. Las putas de lujo ya están cansadas de tanto argumento ficticio, que precisamente por sus contantes repeticiones carecen de ninguna credibilidad.
Así, que si alguien quiere ser original, que diga la verdad, o que calle en lo referente a la vida privada, ya que de una u otra manera no es consciente que hace el ridículo a parte de quedar como un embustero delante de toda una puta de lujo.
Putas de lujo y los tópicos
Ellos, no, no son unos hombres infieles, ni mucho menos. Ni quieren que se les confundan, ante todo está su ego y su supuesta virilidad. Por ello, no es difícil escuchar argumentos tan clásicos como estos:
– “Estoy divorciándome” Esta es sin duda la más usada de todas. Y suele venir acompañada de palabras, como “con los papeles en marcha, pero no quiero que sufra si se entera que estoy con mujeres, además están mis hijos”.
Diríamos que ocupa el número uno en nuestro top, seguida de otra tan barata como la anterior.
– “Somos como dos compañeros de trabajo, si, se porta bien con mis hijos, es buena ama de casa, tenemos muchos amigos en común, pero en lo referente al sexo, ya hace años que no lo practicamos”.
Con lo que además de machista, piensa que su mujer no tiene sexo con nadie.
Pero sigamos, aun hay más, y a las putas de lujo a veces les cuesta disimular con tanta hipocresía.
– “No nos separamos porque tenemos negocios juntos y se quedaría con todo lo que yo he sacado adelante. Además nuestras familias no merecen ese disgusto, y los niños tampoco”.
Es lo que se viene a llamar chantaje emocional. Ya que en todas los vanos argumentos casi ellas deberían echarse a llorar y quererles tanto a los pobres que no dejarían nunca de estar en sus brazos.
En realidad lo que consiguen con ello, y que en alguna ocasión puede que sea verdad, es crear un distanciamiento, ya que nadie como las putas de lujo para detectar las mentiras. Y más que nada porque ellas no necesitan recurrir a ellas. Desde el principio son claras con lo que son y lo que conlleva. Sin engaños.
Carla Mila
http://carlamila.es