¿Quién dijo que una escort de Barcelona estaba acabada a los 26 años? Sí, esa es la edad que muchas agencias ponen como límite para que las chicas trabajen en ellas.
Pues están muy equivocadas, pero mucho, porque precisamente a partir de esos años la mujer está en su verdadero apogeo; y en muchos sentidos. Físicamente puede estar espectacular si se cuida, claro. También a esa edad se ha obtenido un grado de madurez que le convierte en lo suficientemente atractiva para los hombres, y además, ni que decir tiene que la experiencia sexual, está prácticamente consolidada.
Las escort que se ha cuidado, y sigue haciéndolo no tiene nada que envidiar a la chica de 20 años, sino todo lo contrario, ya que para los que no buscan una “lolita” es importante tanto el atractivo de una mujer más mayor como la garantía de que sabrá comprenderle mejor en la cama.
Lo mismo ocurre cuando se les requiere como acompañantes de lujo, ya que en este caso, las escorts demasiado jóvenes no pasan inadvertidas con hombres más mayores, mientras que si se acercan a los treinta años o más, no levantarán tantas sospechas pero siempre la discreción.
En encuentros donde la buena conversación o la formación es importante, se solicitan más a las escort que ya tienen una cierta trayectoria y experiencia como acompañantes de lujo, ya que para una velada romántica un fin de semana o un viaje de placer, el sexo no lo es todo, y se pretende más una complicidad de pareja.
Además a todo lo dicho hay que sumarle otro factor más, que es el de las fantasías de muchos jóvenes: Tener relaciones sexuales con una escort mayor que ellos.
Hombres que a pesar de no tener problemas sexuales y siendo grandes triunfadores con las mujeres, si les gustaría tener una experiencia sexual con una escort que pueda incluso doblarles la edad, llamadas también con las siglas MILF
Buscan también la experiencia, cumplir ese secreto íntimo y no dudan en buscar a la acompañante de lujo idónea para que todo se convierta en una realidad muy placentera en todos los aspectos.
Otros sin embargo las prefieren mucho más jóvenes, en un anterior post explicamos los motivo de las preferencias por las llamadas lolitas.
Las prisas nunca fueron buenas consejeras, y disfrutar de la compañía de las acompañantes de Barcelona, es merecedora de gozarlo con tranquilidad, con calma, saboreando cada minuto, y sobre todo las mil y una sensaciones que nos pueden provocar un encuentro de estas características.
Las tarifas, suelen ser incluso menores que si el cliente desea esa compañía por horas, y por lo tanto el reloj nunca estará presente en lo que llamamos una experiencia que es esencial disfrutar con calma.
En una cita habitual, donde se comienza por una romántica cena para conocerse mejor, una copa para terminar de desinhibirse y luego la obligada llegada al hotel, entran en juego todos los elementos del cortejo más tradicional.
La confianza obtenida durante el disfrute de una cena tranquila, o en los momentos de brindar posteriormente, crean el clima idóneo para una cercanía que no tiene nada que ver con un conjunto de horas más limitadas.
Estos preliminares son parte de la diversión, no es sólo el sexo lo importante, sino el broche final. El momento en que los deseos se llevan a la practica pero ya con una cierta confianza.
Para muchos hombres disfrutar de una velada de estas características, donde la acompañante va vestida para la ocasión, guapa y elegante, donde además tomar una copa suele ser el momento de las risas y el buen humor y en el posterior desenlace más intenso, más intimo y mucho más de amantes que de otra cosa, su ego sube por las nubes. Lo que el beneficio tanto para su salud mental es tan placentero como la compañía de la escort.
Es aquí donde radica el servicio que ofrece una acompañante de lujo a diferencia de miles de chicas que se anuncian como escorts sin tener en cuenta que precisamente es el saber estar, la presencia y la educación lo que hace posible que un hombre pase una noche completa en la mejor de las compañías.
La educación, la discreción y tener una conversación amena, junto con ser una chica atractiva y no vulgar, son las claves para que la compañía sea precisamente el mejor de los placeres de los que puede disfrutar un hombre.
Y es que a veces con la clase, con el glamor se nace, no se aprende y solo ellas son las indicadas de hacer que una noche en su compañía sea un compendio de sensaciones que difícilmente quien haya requerido de su compañía, las olvide fácilmente.
Para aquellos hombres que no recurren con frecuencia a los servicios de las escorts de Barcelona, diremos que siempre les persiguen ciertos temores, propios de la inseguridad en sí mismos. Algunos piensan en no estar a la altura sexualmente hablando de la acompañante, es decir, no saber como satisfacerla o en plena relación y ser incapaz de cumplir. Esto es desde luego algo que no debe preocuparles, ya que las chicas siempre desean un sexo placentero, no son de piedra, y en el momento que perciben que un hombre está por la labor de hacerlas felices en el sexo, se dejarán llevar. No olvidemos que muchos clientes no se preocupan lo más mínimo en que la relación sean como es debido, algo de dos, sino que lo que en realidad buscan son escorts que les produzcan el máximo de los placeres o que cumplan sus más recónditas fantasías. Afortunadamente los que menos.
Pero dicho esto existe todavía algo que sobrevuela entre los temores de muchos hombres, como decíamos al comienzo, y es el pudor a mostrarse frente a una hermosa acompañante de lujo pensando que su pene no tiene unas medidas adecuadas para dar placer a una profesional. El tamaño es cada vez algo más cuestionado y la propia publicidad que invade las páginas para adultos influye, ya que quien no está satisfecho con él, ve en los anuncios como llegar a obtener unos centímetros más, pero no olvidemos que para ellos esto sería insuficiente. Aún así veamos la relación entre tamaño y placer, que para muchas mujeres no es ninguna.
Está comprobado que una vez que el varón alcanza una talla mínima, es decir unos siete centímetros en erección, se supone que el placer que proporciona el hombre a la mujer, está garantizado. Y nos preguntamos, ¿con tan sólo siete centímetros?, pues sí, y esto tiene una explicación científica.
El clítoris, la principal zona erógena de la mujer que se encuentra fuera de la vagina, necesita para ser estimulado un pene que no debe ser enorme, no explicamos. La vagina apenas tiene terminaciones nerviosas ya que se concentran casi todas las más placenteras en torno al llamado Punto G, que se encuentra en el primer tercio exterior de la misma, es decir, a unos tres o cinco centímetros desde el orificio de entrada. Con lo que un tamaño aceptable, junto con unas manos cariñosas, o unos besos y caricias adorables, pueden hacer mil maravillas en una mujer.
Culturalmente, y como símbolo de masculinidad, el pene de grandes dimensiones siempre ha sido más valorado, pero no es cierto que por ello pueda satisfacer mejor a una acompañante de lujo, que sabe perfectamente que un hombre quizá con uno de menor tamaño, pero acompañado de juegos, y realizar mil cosas juntos, consiguiendo todo tipo de estímulos sexuales, es mucho más divertido y placentero que la relación con un hombre bien dotado y sólo con el deseo de la penetración.
La imagen del cine porno ha despertado un sinfín de mitos, pero volviendo a la vida real, y aludiendo a lo realmente científico, el tamaño de la vagina suele ser de 9 a 12 centímetros, y la media del tamaño de un pene medio, es de 13,5, con lo que podríamos decir que es un tamaño más que suficiente. Es más, un tamaño mayor puede llegar a ser hasta doloroso.
Por otra parte, y ya para finalizar, diremos que la media de mujeres que llega al orgasmo por penetración vaginal apenas alcanza el 20%, por lo que entonces, ¿para qué tanto tamaño?.
Vivimos en un mundo de mitos, y los sexuales ocupan gran parte de ellos, pero las acompañantes de lujo de Barcelona saben valoran más en sus parejas ocasionales otra serie de aspectos que no precisamente el tamaño del pene.
Un hombre divertido, con carisma, con ganas de compartir experiencias y deseoso de que los placeres de la carne sean algo común, no dejan de ser las características principales del cliente ideal.
Los llamados servicios GFE, que ofrecen ya la mayoría de las escorts de Barcelona, cuentan con lo que científicamente se ha demostrado que más nos excita a todos, la saliva a través de besos pasionales, caricias, y poder sentirla en nuestro cuerpo de distintas maneras.
Como ya hemos comentado en otros post, las relaciones que comienzan con besos, no son ya tan extrañas, a pesar de que aún se tiende a pensar que las escorts no besan, pero entendiendo que el noventa por ciento de una relación se basa en el mejor de los contactos físicos, y con el fin de que sea un encuentro verdaderamente intimo, si lo hacen, y algunas con mucho deseo y pasión.
Pero hablando de las cualidades de la saliva, y su importancia en las relaciones sexuales, destacar que además de mantener húmeda la boca, es el mejor lubricante sexual que existe, y además permite a la pareja a lograr una mayor excitación sexual. Se ha comprobado que en ella podemos encontrar pequeñas dosis de testosterona lo que produce un aumento de la libido considerable. Pero además, el contacto a través de besos, crea un clima casi subconsciente de cuales son las zonas erógenas que deseamos que nuestra pareja bese y por lo tanto impregne de saliva para que las relaciones sexuales sean del todo completa. Los besos son los mejores preliminares y conducen a saber que es lo se desea en la pareja.
De hecho muchas acompañantes de lujo de Barcelona, nos indican que tras conocer a un cliente y besarlo durante unos minutos ya saben perfectamente que es lo que más le apetece sexualmente hablando.
Pero no sólo las escorts tienen desarrollado este instinto, cualquier mujer puede adivinar en los preliminares destacados por besos, cómo será más o menos la situación sexual que viene a continuación.
Destacar en este post que además el sentido del gusto también agradece el sabor de la saliva de nuestra pareja. En la mayoría de los casos agradable, a no ser que se tengan problemas higiénicos, algo de lo cual las escorts nunca dejan de quejarse. La halitosis es sin duda el mayor enemigo del sexo.
El placer por sentir la saliva de nuestra amante se potencia de manera especial cuando se mezclan con el sudor, la piel y los fluidos. Siempre se aconseja ir hacia ellos poco a poco y con los consejos que añadiremos más adelante.
El contacto de saliva y pezones, es tanto para mujeres como para hombres, el despertar de un sinfín de sensaciones placenteras.
Siempre se aconseja ir hacia ellos poco a poco, partiendo desde la unión de las axilas y uno de los senos, dejando todo un reguero de saliva y antes de besarlos, hacerlo también por la zona que rodea la areola masajeándola con la lengua, y si lo deseas alternando la temperatura con pequeños soplidos, antes de ensalivar y besar definitivamente el pezón casi succionándolo.
Y ojo, hablamos de estás técnicas tanto para hombres como para mujeres, ya que a pesar de que estamos más acostumbrados a que sean ellos los que se mueran por el pecho de ellas, también toda buena escort de lujo considerará en sus juegos eróticos el realízalo también con su amante ocasional.
A veces los resultados pueden ser muy excitantes para hombres que no conocían la propia sensibilidad de sus pezones y son las escort de ayudarles a encontrar el placer en esta parte de su cuerpo.
Pero no son las únicas zonas erógenas donde el contacto de la saliva de un hombre o de una mujer puede llegar a excitar a su pareja de manera sublime.
En la entrepierna, aproximadamente de desde la zona de la rodilla hacía arriba, existe un número de terminaciones nerviosas conectadas con los genitales. Lo realmente apasionante es recorrer ese punto con la lengua, besando y con ligeras succiones, los resultado son de lo más excitante.
Esto viene a dar paso al sexo oral, tan importante en cualquier relación sexual, y a la que ninguna escort pondrá ningún tipo de inconveniente. Aquí la saliva si que juega un excelente papel como lubricante, ya que nada como el contacto de ella con los jugos que preceden al semen para que este servicio sea lo más excitante; pero no soló para ellos, de la mima manera las mujeres gozan igual al sentir como la lengua de su pareja se abre paso por su clítoris.
Y ya para finalizar, pero no menos excitante es el contacto de nuestra lengua con los dedos de los píes, algo que no sólo es para fetichistas, sino que debe formar parte de lo que consideramos unas relaciones plenas.
Recordemos que en la yema de los dedos tenemos un sinfín de terminaciones nerviosas. El secreto es simple, succiona los dedos de tu pareja al igual que lo harías con su sexo. Sorprenderás a tu pareja, y desde luego se creará un entendimiento mucho más cercano, superando las expectativas de quienes solicitan los servicios de una acompañante de lujo.
No crean que todos los clientes que solicitan los servicios de las escorts de Barcelona, prefieren un encuentro íntimo, discreto y sobre todo en un lugar donde nadie pueda saber sus actos. Existen mil y una fantasías entre hombres y mujeres, pero son ellos los que a lo largo de su vida si las intentan poner en práctica, mientras que ellas serán más cautas, y si se quiere llamar así, menos arriesgadas a la hora de comprometerse en una situación de riesgo.
Nos estamos refiriendo a un deseo más común de lo que se piensa, el poder tener relaciones sexuales con escorts tanto en probadores como en ascensores. Sí, lo han leído bien, este tipo de encuentros tan furtivos y no tan delicados, son uno de los secretos más íntimos de muchos hombres que desean poner en la realidad estas fantasías con alguna bella acompañante de lujo.
El hecho de que sea en un lugar público, con ciertos riesgos, y con la presión de que puedan ser sorprendidos sube de tal manera la adrenalina que les fascina este riesgo, por ello no son servicios que de alguna manera se soliciten en solitario, sino parte de unos servicios que harán que la parte más sexual del encuentro sea en uno de estos lugares.
En el caso de los probadores como en el de los ascensores, las posturas son casi imposibles, por el reducido tamaño de estos espacios, pero también la prisa es importante, de ahí la necesidad de quedar antes y simular un encuentro casual, como un guión de película, para acabar en estos lugares.
Muchos confiesan que son los sitios públicos, y ese factor de riesgo por ser sorprendidos lo que más puede llevarles a la más placentera de las excitaciones, huyendo de otros roles más convencionales.
No es llegar y besar el santo, ya que este tipo de clientes de escorts, saben que disponen de poco tiempo, más en el caso de los ascensores, donde se cuidan muy mucho de saber que no hay cámaras de vigilancia que pueda grabar ese original encuentro. No es mucho el tiempo del que disponen desde que pulsan el stop hasta que alguien reclama el funcionamiento del elevador, con lo que procuran que quitarse parte de la ropa no sea un inconveniente. Solicitan a la escort que no lleven pantys o medias largas, prefieren falda a pantalón, y si no llevan lencería, mejor que mejor. Todo para un sexo más rápido y placentero que suele ser siempre de pie y donde la felación nunca ha de faltar.
En los probadores, la situación es la misma, con los inconvenientes que se encuentren con cerrojos que no funcionen, o vigilantes que puedan darse cuenta de la situación.
Pero en cualquiera de los casos, es eso lo que buscan, un sexo rápido, casi salvaje, y por supuesto con grandes dosis de riesgo por poder ser sorprendidos.
Para muchas escorts de lujo no es nada novedoso y acceden a estos “servicios” tan especiales sin ningún problema, pero para otras es algo que sí les puede poner en situaciones un tanto comprometidas si son sorprendidas.
Este tipo de clientes son más comunes de lo que solemos pensar, y después de cumplir estas fantasías, siguen soñando con otros lugares públicos. Muchos de ellos confiesan que el hecho de tener sexo en el baño de un avión sería su mayor y mejor experiencia sexual.
Cuando Joana nos envió sus primeras fotos al ponerse en contacto con nuestra agencia, apenas podíamos creerla. Su belleza, su sonrisa y su cuerpo eran los de una modelo de las que ocupan las portadas de las más prestigiosas revistas del papel cuché.
Se nos hacía difícil, creerla, la verdad, pero cuando se presento ante nosotras, nos quedamos realmente impresionadas.
Ella es una acompañante de lujo en todos los sentidos, ya que mantiene siempre una actitud discreta, elegante, con un cuerpo cuidado hasta el más mínimo detalle, y una sonrisa que enamora.
Nos comentó que eligió Barcelona como ciudad para desplazarse por todas las pasarelas del mundo, dejando atrás su Brasil natal, hace ya unos cuantos años.
Mantiene aún ese precioso y meloso acento carioca, algo que la convierte en una escort muy dulce, y desde que está en nuestra agencia ya ha destrozado más de un corazón.
Y es que de alguna manera, no parece que en su vida exista la palabra, problema; es decir, su actitud es la más positiva que puedas imaginar, y nunca se opone a nada, será por ello por lo que todos los hombres que han requerido de su presencia, han repetido. Volver a ver a Joana, es una constante, y es que esta chica de 25 años tiene magia, encanto, embrujo, algo que les vuelve locos además de su belleza.
Joana es esbelta, con un pecho generoso y unas largas piernas, pero son sus trasparentes ojos azules los que realmente nos hablan de su carácter. Es como el reflejo de su personalidad. Por otra parte es una chica de maneras delicadas pero cercanas cuando la conoces, a pesar de que esto cambie radicalmente una vez que el sexo la posee y entonces sale a la luz su pasión y su entrega.
Muchas veces, la cantidad no es lo mismo que la calidad, como así opinan las propias escorts de Barcelona, que denotan en quienes recurren a sus servicios una especia de ansias por tener cuantas más relaciones mejor, olvidándose de que a veces, la calidad que ellas ofrecen son mucho más placenteras.
La pregunta que nos planteamos, es: ¿Mucho sexo o buen sexo? Y la respuestas, a continuación.
Si partimos de la base de toda relación, es decir, del cortejo necesario para que una chica se vea lo suficientemente atraída como para irse con un hombre en la cama, la cantidad de energía derrochada, la imaginación, las argucias, y por supuesto las horas, a veces no tienen una relación directa con lo que ella espera de todo un hombre.
En la mayoría de estas situaciones la mujer se queda algo perpleja tras conocer al apuesto hombre que le hará pasar una noche inolvidable cuando ve que tras sus intenciones tan sólo se encontraba el simple hecho de tener una relación sin más, es decir, una rápida y directa penetración y un orgasmo sólo para él. Y es que esto, para ambos, no es precisamente sexo.
Las expectativas femeninas caen en saco roto, y es cuando la libido desaparece, y por supuesto la pasión con la que se entregó también. Algo que en muy contadas ocasiones se puede recuperar con el mismo hombre.
Por eso desde aquí abogamos por un sexo de calidad, sea con escorts o con cualquier mujer.
Lo que venimos a llamar una relación sana, donde no se necesita ser la encarnación de un Príncipe azul ni tampoco Casanova, es decir, el romanticismo no es del agrado de todas las chicas, que en relaciones ocasionales, se ven algo intimidadas por palabras que no son del todo ciertas o caricias casi artificiales, pero de ahí, a pasar directamente a lo más directo de una relación sexual, hay todo un abismo.
A la mujer le gusta sin embargo un poco de tensión sexual, de medir fuerzas psicológicamente, de saber que va a tener una noche repleta de sensaciones. Todo un arte que cualquier hombre debe dominar, pero también saber guardar sus cartas para ir poco a poco destapándolas en cada momento oportuno; tal y como lo harán ellas.
Incluso las escorts no muestran a la vez sus servicios más sexuales, sino para que las sorpresas se sucedan en la intimidad, las vas poniendo en práctica poco a poco, siendo este el gran sentido de una relación de autentica calidad.
Esto siempre da paso al morbo que tanto nos gusta a todos, porque en nuestra mente ronda la idea de cómo y cual será la próxima sorpresa con la que nos sorprenderán.
Estas relaciones, que si llamamos de calidad, están basadas en el constante equilibrio entre cada juego, cada insinuación, cada provocación y pueden llegar a ser todo un arte dominarlas.
Las acompañantes de lujo de Barcelona, las dominan, pero no con más fin que pasar una noche estupenda tanto para su amante ocasional como para ellas, dotando de sal y pimienta un encuentro que debe ser por lo menos, satisfactorio y muy placentero
Muchas escorts de Barcelona poseen un reclamo para clientes de mediana edad, su juventud. Los veinte años, o incluso los diez y ocho, que para algunos puede parecer casi adolescente es para otros la edad idónea para compartir momentos íntimos.
¿Pero por qué el término Lolita? Aunque casi todos lo sabemos, nunca es malo recordar que proviene de la película del mismo nombre dirigida por Stanley Kubrick en 1962, un guión que recoge la obsesión de un hombre de mediana edad por una joven y bella adolescente que juega a provocarle deseos sexuales. De este argumento, y también con el mismo nombre se hicieron otras versiones, quedando el nombre de “Lolita” para definir a este tipo de chicas; quizá la más reciente es la que interpreta la mejor amiga de la hija del protagonista de American Beauty, Kevin Spacey.
Bien, aclarado esto, y después de hacer un breve recorrido cinematográfico digamos que estas jóvenes escorts son la fantasía de muchos hombres con la vida ya más o menos consolidada que sueñan con una relación con una mujer joven que les contagie de su juventud para sentirse como ellas, vitales, llenas de energías e ilusiones. Algo así como pretender rejuvenecer el tiempo que estén a su lado, y demostrar de alguna manera que siguen teniendo éxito con las más jóvenes, sin querer darse cuenta de que en realidad son escorts de lujo.
Pero para ellos es importante reafirmar su ego, y considerar que sus amantes son bellas pero sobre todo jóvenes. Por esta razón les encanta presumir de su compañía y cuando acuden a las citas, lo hacen con la ropa más casual e informal que puedan comprar; como intentado impresionar a las jovencitas y de alguna manera pretendiendo enamorarlas.
Además, les encanta asumir ese papel protector, y desde luego evitarán así muchos conflictos que con una mujer más mayor si podría haberlos.
¿Pero a ellas? ¿Les gusta ser las acompañantes de hombres así?
Pues si preguntáramos, muchas nos contestarían que si, y muy por encima de estar con clientes más jovencitos.
La razón no es otra que emocionalmente no han dejado de estar de la protección de su padre, por lo que estos hombres le aportan seguridad, algo paternal, pero seguridad al fin y al cabo. Tampoco son clientes problemáticos, si no todo lo contrario, les llenarán de caprichos y les regalarán sus oídos permanentemente, ya que la atracción de estos hombres, como decíamos antes, puede rozar hasta la obsesión.
Seguridad, ego, experiencia, cariño, protección, cautela, prudencia, y algunas cualidades más son las que muchas jóvenes escorts valoran en hombres que parecen querer pretender en su compañía beber del elixir de la eterna juventud.