Cuando Joana nos envió sus primeras fotos al ponerse en contacto con nuestra agencia, apenas podíamos creerla. Su belleza, su sonrisa y su cuerpo eran los de una modelo de las que ocupan las portadas de las más prestigiosas revistas del papel cuché.
Se nos hacía difícil, creerla, la verdad, pero cuando se presento ante nosotras, nos quedamos realmente impresionadas.
Ella es una acompañante de lujo en todos los sentidos, ya que mantiene siempre una actitud discreta, elegante, con un cuerpo cuidado hasta el más mínimo detalle, y una sonrisa que enamora.
Nos comentó que eligió Barcelona como ciudad para desplazarse por todas las pasarelas del mundo, dejando atrás su Brasil natal, hace ya unos cuantos años.
Mantiene aún ese precioso y meloso acento carioca, algo que la convierte en una escort muy dulce, y desde que está en nuestra agencia ya ha destrozado más de un corazón.
Y es que de alguna manera, no parece que en su vida exista la palabra, problema; es decir, su actitud es la más positiva que puedas imaginar, y nunca se opone a nada, será por ello por lo que todos los hombres que han requerido de su presencia, han repetido. Volver a ver a Joana, es una constante, y es que esta chica de 25 años tiene magia, encanto, embrujo, algo que les vuelve locos además de su belleza.
Joana es esbelta, con un pecho generoso y unas largas piernas, pero son sus trasparentes ojos azules los que realmente nos hablan de su carácter. Es como el reflejo de su personalidad. Por otra parte es una chica de maneras delicadas pero cercanas cuando la conoces, a pesar de que esto cambie radicalmente una vez que el sexo la posee y entonces sale a la luz su pasión y su entrega.
Las acompañantes de lujo de Barcelona son por lo general chicas muy coquetas, que les encanta gustarse a sí mismas, que por supuesto cuidan su físico y su mente, pero que por añadido ponen una especial y mayor dedicación a los encuentros sexuales que los hombres.
Esto también ocurre en la vida de pareja, pero no con tanta dedicación como en el mundo escort.
Comenzamos por lo que ellas siempre se quejan de que los hombres no lo son. La mujer es detallista, por lo que ponen todo su cariño también en el sexo. Desde una cuidada lencería, hasta crear el ambiente propicio, siempre son aspectos que corren a cuenta de la mujer.
Además ellas expresan mucho más la pasión que los hombres. Las escorts son muchísimo más sexuales y apasionadas que sus amantes, aunque se tiende a pensar lo contrario, y además se les acusa en ocasiones de fingir esta desorbitada entrega. También es este aspecto destacar que son más generosas, preocupándose más de ellos que de su propio placer. A esto debemos sumarle que el cuerpo de la mujer es mucho más flexible, por lo que no dudan en probar nuevas posturas.
Por supuesto es más que conocido que la mujer es mucho más coqueta que el hombre; ellas preparan cada cita como si fuera siempre una ocasión especial. A pesar de que sepan que los encuentros puedan ser muy cortos en el tiempo.
Y ni que decir tiene que cuidan mucho más la higiene que ellos. Desde perfumes para emitir sensaciones eróticas hasta cremas para mantener una piel suave pero a la vez tersa.
Bien, pues todas estas características propias de una mujer moderna, se multiplican por diez en el caso de una bella y profesional escort.