Putas de lujo y hombres obesos
La obesidad es sin duda una de las enfermedades del Siglo XXI, las putas de lujo lo saben bien, ya que no son ajenas a ellas en el sentido que muchos de sus clientes la padecen, pero no por ellos acuden con reparos a las citas. Ni mucho menos y es que los que cariñosamente llamamos gorditos, hombres muy conscientes de sus limitaciones en cuanto a los movimientos en la cama, son extremadamente nobles y cariñosos.
Pero al contrario que las mujeres, los obesos no se avergüenzan tanto de su cuerpo y son hasta capaces de bromear con sus kilos. Sin embargo la mujer obesa no desea mantener relaciones más allá de su pareja, a veces con muchos reparos, porque se siente incómoda por mostrar un cuerpo que no es de su propio agrado. Pero lejos del mundo de las putas de lujo existen multitud de hombres cuya principal parafilia es poder mantener relaciones sexuales con mujeres obesas.
Curiosamente en las parejas donde existe un miembro obeso se crea una especie de confianza tanto en cuanto aquel miembro que no es precisamente gordito confía de una manera casi despectiva en la fidelidad del que si padece esta enfermedad. En su fuero interno llega a pensar que a dónde podrá ir, o con qué mujer u hombre podrá estar con lo gordo o gorda que está. Pero por el contrario si ellos suelen mantener la postura contraria, el poder ser del todo infiel y si son con jóvenes y bellas putas de lujo mucho mejor. Parecen tener un derecho adquirido por el simple hecho de que su mujer sea gordita.
Pero a la hora de mantener sexo con putas de lujo existen varias limitaciones. Las dificultades para respirar de los obesos son un obstáculo, pero no insalvable. Podríamos decir que son más bien pasivos. Les gusta tumbarse boca arriba y contemplar la belleza de las putas de lujo que normalmente se sientan encima de ellos. Por supuesto son grandes amigos de las felaciones, o francés, y como postura favorita eligen siempre la de ella arriba.
Según cuentan muchas de las putas de lujo que tienen clientes con problemas de sobrepeso su rapidez para la excitación y alcanzar el orgasmo no son precisamente lo que más se puede destacar de ellos. Esto tiene una base científica, y se traduce simplemente en que la sangre tarda mucho más en llegar a sus genitales comparado con una persona delgada. Pero en el fondo son generosos, cariñosos, agradecidos, y según dicen muchas putas de lujo, grandes amantes.
Carla Mila
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Putas de lujo. Trucos para excitar aún más a los hombres
Entre los variados factores por los que un hombre solicita los servicios de putas de lujo no cabe duda que uno de ellos es tener una cita sexual plena y satisfactoriamente sexual.
A diferencia de la relación con sus parejas habituales, bien sean esposas o novias, muchas son las sensaciones que desea experimentar; todas nuevas, excitantes y que le dejen totalmente exhausto.
Pero tras un orgasmo ¿qué ocurre después? En su vida particular seguramente bien poco, pero con la compañía de putas de lujo antes, durante y después todo puede ser muy diferente. La estimulación previa juega un importante papel.
Potenciar el estímulo es multiplicar el placer. Para ello empecemos comentando como sería una estimulación puramente visual. Un simple gesto erótico, un vestido atractivo, un suave cruce de piernas, o simplemente mordisquear los labios, son algunas de las armas más útiles de las putas de lujo que ante todo dotan de puro erotismo cualquier encuentro. Y si avanzamos no juega un papel menos importante una cuidada y fina lencería sexy que podrá caer al suelo en un excitante striptease sensual sólo para sus ojos.
Pero dejando la vista a un lado, hay un conjunto de acciones que ayudan a que la estimulación sea aún mayor. Los juegos preliminares, después de beso y caricias, pueden continuar con un inocente gesto, ese que se produce si las manos de las putas de lujo se introducen en el bolsillo del pantalón de ellos llegando a rozar el pene de manera juguetona. A los hombres les encantan estos gestos, más que los que conducen a un sexo directo. Poco a poco la erección será plena, máxime cuando se libere el pene por completo de cualquier tipo de prendas y comience una delicada excitación manual, a la que a los pocos minutos se convertirá en oral. Jugar con el miembro de un hombre es todo un arte y no basta con movimientos bruscos y repetitivos, sino que las putas de lujo se entregan a él como si no existiera nada más en la vida. Un método infalible es presionar un poco la punta del pene con un dedo de manera delicada, este acto conseguirá la retención del flujo sanguíneo y conseguirá que el orgasmo posterior sea aún más placentero.
Pero aún hay más. Conseguir saber las posturas favoritas de quien reclama los servicios sexuales no es algo complicado para las putas de lujo, que junto a ellas, combinarán las suyas más placenteras. La explosión podrá ser brutal, dando paso a una sesión donde el placer para ambos esté garantizado.
Llevar la punta del pene hasta la boca de la vagina después de acaricias los testículos cuando el hombre esté a punto de conseguir el orgasmo, y dejarlo penetrar con fuerza, puede ser el broche de oro que cualquiera de las putas de lujo con clase y estilo sexual pueda realizar. De esta manera, se controlan los orgasmos, tanto los de ellas como los de él, para que así el goce sea compartido.
Carla Mila
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Putas de lujo y el arte de desnudar
No existe nada más frío en un encuentro que las putas de lujo se desnuden nada más llegar a una habitación y se disponga casi de manera vulgar a recibir sexo sin más.
Por lo general, las escorts que hacen eso no se les puede denominar putas de lujo o escorts de lujo, ya que las verdaderas precisamente dedican a los prolegómenos un tiempo más que especial y al hecho de quitarse la ropa es casi como una ceremonia, donde en su compañía, su amante casual vivirá un conjunto de sensaciones más cercanas al erotismo que al sexo puro y duro. Y es que para ser una verdadera puta de lujo hay que conocer las técnicas de una geisha, los gustos de los hombres, y las maneras más eróticas que una mujer puede brindar a un hombre. Todo conjuntado a la vez junto con la discreción y el encanto hará las delicias de cualquier persona que solicite los encantos de las putas de lujo, bien sean hombres o mujeres o incluso parejas.
Disfrutando con los cinco sentidos
Y ya lo decía la mítica canción, “Quítate todo menos el sombrero”, la banda sonora de la clásica “Nueve semanas y media”, donde una joven Kim Bassinger protagonizaba uno de los bailes eróticos más sensuales de la historia del cine. Con ello reafirmamos que los besos, las caricias, el deseo que nace a base del roce, es fundamental para conseguir tener una relación completa. Llena de elementos que harán que el encuentro sea más que algo simplemente carnal y cuyo único objetivo sea el orgasmo masculino rápido y sin más.
Todo lo que rodea a la compañía de las putas de lujo debe estar repleto de sensaciones placenteras, y que mejor que ir descubriendo su maravillosos cuerpos poco a poco.
Así, los hombres disfrutarán de cómo les sienta de bien la atractiva y excitante lencería que usan o como ellos también son objeto del sentir de unas manos expertas que harán que su ropa caiga al suelo después de ciertas acciones que ellas dominan a la perfección.
Incluso una vez en la cama, o antes de pasar por una íntima ducha erótica, la vista también se recreará con los excitantes cuerpos de las putas de lujo. Todo un placer para los sentidos.
Los detalles forman un todo. La creación de un universo de emociones donde las putas de lujo siempre harán lo posible para que la cita esté siempre cargada sensaciones que harán que en su compañía el sexo es importante, y mucho, pero rodeado de todo lo que un hombre jamás imaginó. Superar siempre las expectativas es el objetivo que se plantean las putas de lujo, quienes ponen todo su empeño en que todo esté perfecto.
Carla Mila
Putas de lujo y Agrexofilia (Sexo en público)
Frente a la discreción de las putas de lujo de Madrid, siempre hay hombres cuya fantasía sexual es sentirse observado, escuchado o visto mientras mantienen una relación sexual.
Para muchos estudiosos de estos comportamientos, la llamada Agrexofilia no es otra cosa que parte de las fantasías más comunes tanto de hombres como de mujeres. Algo que no han podido realizar nunca junto a sus parejas, manteniendo relaciones sexuales en playas, parques, terrazas, piscinas o cualquier otro lugar donde cualquiera pudiera verlos. Pero la diferencia entre hacerlo en lugares públicos sin ser vistos, o el exhibicionismo que buscan los que padecen la agrexofilia, son bien distintos. Por lo que recurrir a putas de lujo puede ser la vía para cumplir dicha fantasía.
En el primero de los casos se busca ese morbo que produce el hecho de estar en lugares “prohibidos”, pero no se pretende que sean descubiertos por nadie. Cualquier recóndito lugar puede ser el idóneo para mantener relaciones; desde un probador a un ascensor. A ello si que algunas putas de lujo acceden, siempre y cuando el cliente sea una persona ya conocida por ellas.
No pasa de un juego, de ver cumplidas las fantasías de quien ya ha probado las delicias del sexo más convencional y busca emociones distintas; más parecidas a las de un adolescente sin lugar donde poder practicar el sexo.
Pero el segundo, las cosas van mucho más allá.
Putas de lujo y sexo en público
El hecho de que las putas de lujo pueden acceder a cumplir las fantasías más eróticas de cualquier hombre o mujer, se ha convertido en una especie de cajón de sastre donde parece que todo puede valer. Pero las cosas tienen un límite, y ellas, las putas de lujo lo marcan también.
Para empezar son muy conscientes de que es algo totalmente prohibido por las leyes de la mayoría de los países, y desde luego España no es la excepción. Se considera escándalo público, protege la ley del menor, y puede traer consecuencias penales.
Por otra parte ponen en juego su discreción, algo que les caracteriza. Y desde luego no desean ningún tipo de problemas con nadie, además si para quienes requieres este tipo de servicios es una fantasía, para ellas no lo es ni por asomo.
Esta parafilia, como muchos sexólogos catalogan, busca más el placer del exhibicionismo que del acto sexual en si mismo. Es una manera de obtener una satisfacción personal sin importarle el placer de sus amantes sexuales, en este caso, las putas de lujo.
Los que de manera asidua la pretenden llevar a cabo acaban no deseando relaciones sexuales en los sitios más convencionales. Ya que las mujeres, sean o no putas de lujo , no son su objetivo, sino el buscar lugares públicos donde mantener relaciones de forma exhibicionista.
Carla Mila
http://carlamila.es