Deseo sexual masculino y putas de lujo
Muchas veces nos preguntamos como el hombre a diferencia de la mujer siempre tiene muy alto el deseo sexual, su libido es considerablemente más fuerte que el de ellas. Y para muchos cualquier momento y lugar es bueno para mantener relaciones sexuales.
Quizá de por esta descompensación las putas de lujo son hoy por hoy un reclamo para ellos en casi todos los países del mundo, exceptuando aquellos donde la religión o las duras leyes lo prohíben.
Estudios que arrancan desde los años de la llamada revolución feminista o liberación de la mujer, si desprenden que la frecuencia sexual y con diferentes parejas, viene siendo cada vez más habitual entre las mujeres, pero no por ello tienen más despierto el deseo sexual comparado con los hombres.
Curiosamente, ellas sólo desean tener relaciones serías con dos o tres hombres en su vida hasta llegar a un estado más definitivo, la formación de un hogar y la posibilidad de tener hijos. Pero ellos no reparan en eso de manera consciente, sino que no se fijan un numero de relaciones hasta encontrar su media naranja. Además el deseo sexual por otras mujeres no desaparecerá con el matrimonio, y dentro de él tampoco descartan por lo general acudir a los servicios que prestan las atractivas putas de lujo.
Y a pesar de que nuestra sociedad es monógama, ellos no la consideran así, siempre con la idea que una mujer difícilmente mermará el deseo sexual por otras. Sin embargo ellas si son más fieles dando a este sentido un valor muy por encima que los hombres.
Las dos grandes diferencias que manifiestan el enorme deseo sexual de los hombres se reflejan claramente en el día a día. Ellos necesitan de la masturbación a pesar de haber tenido relaciones recientes y ellas lo practican con mucha menos frecuencia.
Por otro lado, y aún arrastrando lacras sociales y culturales, la mujer se resigna con mucha facilidad a no tener las relaciones sexuales que desea. Si las circunstancias no son las apropiadas pueden vivir sin sexo mucho tiempo. Por el contrario los hombres cuentan los días que han pasado sin sexo, y si son demasiados para ellos, no dudarán en recurrir a los servicios de bellas putas de lujo con quien compartir fantasías eróticas.
Carla Mila
Gatillazo sexual y putas de lujo
Quien más quien menos lo ha sufrido, hablamos de lo que se conoce popularmente como gatillazo sexual, que no es ni más ni menos que la pérdida de la erección de manera momentánea precisamente cuando el hombre está realizando prácticas sexuales.
Para ellos es uno de los principales motivos de preocupación, máxime si ya se ha sufrido alguno. No tiene porque ocurrir que se produzca un segundo gatillazo sexual, ya que salvo en raras ocasiones, las principales causas que lo producen están relacionadas tanto con el estrés como con el consumo de medicamentos.
Los nervios ante una situación concreta puede provocar el temido gatillazo sexual. Hablamos de la presencia de alguna mujer con la que se pretende quedar satisfecho y además darle placer a ella. Las putas de lujo suelen ser un buen ejemplo. Pero a veces es tal el ansia, los nervios por la situación, que finalmente es el gatillazo sexual el protagonista. Ellas son comprensivas, lo han visto en multitud de ocasiones y no suelen insistir más en conseguir que la libido se vuelva a apoderar de ellos. Con lo que además de actuar con naturalidad, comprensión y restarle importancia al asunto, les emplazan para una nueva visita sin necesidad de que tengan que volver a abonar nada.
Pero volviendo a las causas, y hemos definido una de las principales, las soluciones pasan por recobrar la seguridad en si mismo e intentar no darle más importancia. Sabemos que muchos hombres temen un nuevo gatillazo sexual, en el encuentro posterior, sea con putas de lujo o no. Se recomienda no intentar realizar el coito hasta que note la excitación normal y placentera que siempre ha sentido. Si no es así, algo que no suele suceder, se puede conseguir aumentando los juegos sexuales, las provocaciones, las insinuaciones y entrar en una espiral que nace desde los prolegómenos de cualquier encuentro sexual. Intentando siempre restar de su mente que no padece ninguna enfermedad que le impida llevar una vida sexual sana.
El gatillazo sexual no tiene edad. Desde los 18 años un hombre puede verse sorprendido por él. Unos años que la ansiedad puede apoderarse de la mente y bloquear la excitación. Lo habitual es que se produzca más a partir de los 35, pero según la OMS, el cincuenta por ciento de los hombres sufrirán al menos un gatillazo sexual a lo largo de su vida.
Carla Mila
Miedos masculinos y relaciones sexuales
Siempre hablamos de relaciones de parejas, pero poco de los miedos masculinos a los que se enfrentan muchos hombres en su día a día. Algunos hasta el punto que les pueda frenar completamente a tener una vida sexual plena y placentera.
Y es que a diferencia de la mujer, su aparato reproductor es mucho más simple, carecen de subidas y bajadas hormonales; y si estas se producen son por alguna causa médica justificada. Por ello entre estos miedos masculinos ejerce un papel muy importante la mente, los pensamientos negativos que a veces les abocan a no atreverse a dar rienda suelta a su imaginación en la cama y a desempeñar un papel casi temeroso con las mujeres.
Comenzamos con el stress, primera fuente de muchos males de esta sociedad donde todo son prisas y preocupaciones, pero lejos de dejarlo de lado en el momento que se puede tener una relación sexual satisfactoria, está tan presente de manera subconsciente en la mente de los hombres (y por supuesto en el de las mujeres) que hace que los miedos masculinos tradicionales sean abordados por aquellos de ámbito laboral, social o económico. No saber discernir en que para cosa debe haber un tiempo y el cúmulo de tensiones que se acumulan a partir de los treinta hacen que estos miedos masculinos aforen justo en medio de una relación sexual.
Por otra parte, y ya inmersos en el papel que cada día juegan las mujeres como personas activas dentro de la sexualidad, han dejado a muchos hombres, acostumbrados siempre a llevar la iniciativa fuera de juego, aumentando más sus miedos masculinos.
Así, lejos de gozar de las experiencias femeninas y dejarse llevar por ellas, los miedos afloran, provocando situaciones de puro desconcierto y también ansiedad por no estar a la altura con este tipo de mujeres que afortunadamente disfrutan de su sexualidad libremente.
Tan sólo el contacto con escorts o mujeres con las que no les importa demasiado mantener su falsa hombría muy alta les hace sentirse importantes, ya que jamás sabrán si todo ha sido un juego con fingidos o si realmente han dejado satisfechas a sus amantes casuales.
También el miedo a no dar la talla, no estar a la altura de las circunstancias en cuanto a creer no poder satisfacer a la mujer plenamente en la cama es algo que asalta a muchos hombres en la actualidad. Incluso a veces prefieren no tener relaciones con mujeres de aparente experiencia con los hombres precisamente por este tipo de miedos masculinos.
Y ya por último las disfunciones sexuales, que suelen tener como origen ese stress del que tanto hablamos. Un gatillazo, como normalmente se conoce a la imposibilidad de terminar el coito supone un fracaso estrepitoso para un hombre, y a pesar de que es algo natural y más frecuente de lo que se piensa, su orgullo se siente tan herido que puede suponer un trauma.
Las mujeres que si son conscientes y comprensivas en estos casos poco pueden aportar excepto cariño y comprensión, pero ellos ya piensan en otras causas que no sean de origen casi físico como son el cansancio, la ingesta de alcohol o simplemente la ansiedad producida a veces por el momento. En estos casos no es que se produzcan más miedos masculinos, sino que para muchos supone un antes y un después de su vida sexual.
Carla Mila
http://carlamila.es